Roman Opalka pintaba números.
380 numeros al dia.
Todos los dias desde un dia de 1956 mientras esperaba a su mujer en Varsovia.
233 cuadros del mismo tamaño.
233 cuadros con lineas de números desde el 1 hasta llegar al 5607249 el día de su muerte.
De numeros blancos sobre fondo negro a números blancos sobre fondo blanco.
Para ello redujo un 1% cada año el color fondo.
Aún así, cada cuadro es distinto, cada número corresponde a un instante distinto de su vida, cada color representa un año más, una evolución paralela de los números y de su envejecimiento. Pues además, alfinal de cada sesión se hacía una fotografía en la misma posición y con la misma iluminación, registrando así su vida a lo largo de 46 años hasta su último día, su último número, el 6 de agosto de este año.
Y, ¿que hay de creativo en pintar números? ¿que obsesión debería tener este artista para dedicar tanto tiempo a ello? Quizá nada, quiza como suele ocurrir en las vanguardias vistas en clase simplemente fuera el primero, pero es admirable la perseverancia de Roman Opalka, que hasta en sus últimos días y casi sin fuerzas para sostener el pincel persiguió su objetivo.
¿hasta que número podría llegar a escrbir? Ese era el misterio que tanto deseaba descubrir. Algo que no tiene ningún sentido, o quizá sí. 
Quizá sea una pérdida de tiempo, quizá sea una locura, pero a mi me ha emocionado y por eso me gustaría compartirla
No conocía este proyecto artístico. Lo cierto es que me ha dejado muy impresionada, ya no sólo por la idea, sino por esa constancia a lo largo de los años. Sin palabras. Me ha gustado mucho el título de tu entrada.
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